miércoles, 30 de septiembre de 2015

Cinescape Godín: The Wall

Documental: The Wall


¿Quién no conoce la canción Another brick in the Wall Part 2? Seguramente muy pocas personas, incluso hasta los más jóvenes la habrán escuchado y tarareado en alguna ocasión. Considerada como una de las mejores canciones de la historia por la revista Rolling Stone, es la más famosa de las 3 partes de “Another Brick in the Wall” cuya letra es un grito de protesta hacia la educación y siendo más profundos, hacia el conformismo.

Dirigido por el mismísimo Roger Waters en conjunto con Sean Evans, el documental de poco más de dos horas, nos muestra la crítica hacia la atrocidad social a través de las canciones del albúm The Wall de la banda Pink Floyd, rindiendo un homenaje a los caídos de las guerras entre los que se encuentran el abuelo y el padre de Waters.

Paralelo al gran concierto de que podemos disfrutar en la sala de cine, podemos adentrarnos un poco en la vida íntima del músico, quien aparece en algunas escenas visitando las tumbas de su padre quien murió durante la Segunda Guerra Mundial y de su abuelo quien murió durante la Primera, dejando huérfano a su padre a los dos años. El dolor y la nostalgia están presentes durante estas escenas, estremeciendo a los espectadores por su alto contenido sentimental.

En cuanto al concierto de The Wall que forma gran parte del documental y es una réplica del concierto que alguna vez ofrecieron durante los 80’s, puedo decir que es fenomenal, no sólo por la música sino por todo el espectáculo lleno de la psicodelia característica de la agrupación y los efectos que ayudados por la gran tecnología de hoy en día hicieron del show simplemente un magno evento, al cual acudieron millones de fanáticos a quienes también podemos ver disfrutar el concierto de una manera excepcional, ¡se antoja haber estado ahí!




Y cuando piensas que la peli ha terminado, salen de pronto Nick Mason y Roger Waters, juntos como hace mucho, contestando de una manera divertida y sarcástica preguntas recibidas por parte de sus fans.

Para los fans de Pink Floyd el documental es un imperdible y para los no tan fans les puedo decir que vale mucho la pena, se exhibe en salas 4xd por lo que el sonido dentro del recinto es muy bueno, la gente se adentra tanto al concierto que las personas además de cantar aplauden de vez en cuando, olvidando que están en una sala de cine…






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