jueves, 5 de mayo de 2016

De cuando te toca ser el pilón


Aló!!  Ya un rato sin escribir por acá,  confieso que algunas veces me sobra un poquito de tiempo que podría utilizar para escribir, pero eso del trabajo y los compromisos sociales, familiares, actividades del hogar, hijo, más (debo admitirlo) un poco de desidia de mi parte, de pronto me imposibilita compartirles pensamientos, ideas, dudas, experiencias, anécdotas, reflexiones y demás cosas que les aseguro rondan en mi cabeza toodo el tiempo.

                         

Pues les cuento que apenas la semana pasada llegó a mi trabajo un nuevo compañero, la cosa es que en este cortito tiempo ya "entró en confianza" como se dice coloquialmente, es de esas personas que se adaptan rápidamente a un lugar y hacen amistad con medio mundo... Esto me hizo pensar en una cosa que después me llevó a otra...

No sé a ustedes pero a mí se me dificulta mucho hacer eso, nunca me he caracterizado por ser amiguera (de hecho la mayoría de mis amigos y con los que más convivo son algo así como heredados) mucho menos fui o soy "popular", y me cuesta trabajo empezar una conversación al grado de llegar a parecer mamona porque no hablo; es decir, saludo a la gente,  les sonrío y hago uno que otro comentario pero si no dan ellos el primer paso,  es muy probable que nunca lo haga yo.  En fin creo que llegue a la conclusión de que poquísimas veces he tenido la necesidad de buscar una amistad supongo que debe ser en gran parte por tener la condición de hermana menor,  y es que siendo la más pequeña de cuatro hermanas (sí, cuatro féminas en una misma habitación, aún no sé cómo es que eso no fue un infierno) siempre estuve acompañada o seguramente desde el punto de vista de ellas siempre fui yo la pegoste.

                     

Se me ocurrió en listar algunas de las cosas que ocurren sólo si eres el o la hermana menor.
Una de las principales: a los ojos de tus hermanos/as tu eres la consen de tus papás (en mi caso especialmente de mi mamá, según ellas) pero desde mi percepción eso no era para nada cierto, me regañaban igual,  me dejaban encargada igual, me tocaba limpiar igual, incluso llegaba a sentirme celosa por que cada una de mis hermanas mayores se identificaban por alguna cualidad (al menos así lo hacían notar mis papás en la infancia) una era la más responsable y comprometida, otra brillaba con luz propia y es la más carismática,  la que sigue acomedida y muy ordenada,  y yo... Yo sólo era la más chiquita.

                                 

En algún momento la diferencia de edades hace casi imposible la convivencia y los juegos entre hermanos; a mí me tocó más de una vez que me metieran a la tina de la lavadora cuando les pedía que me incluyeran en su juego a lo que respondían "sí pero te tienes que quedar aquí" en ese momento era la más feliz porque "estaba jugando con ellas!!" .... Desde la tina ¬¬

                             

Esto de la edad fue también motivo de uno que otro agarron ya en la adolescencia y preadolescencia.
De pequeño lo máximo que te puede pasar es que te compren las mismas cosas que a tus hermanos, cosa que hacen los papás con dos fines específicos: ahorrar y por practicidad; lo mismo pasa con la ropa, te llena de orgullo saberte (y que todo el mundo te vea) vestida igual que tu hermana mayor!  Porque en ese punto aún idolatras a tus herman@s mayores... Obviamente para el o la hermana mayor en cuestión es, por el contrario, lo peor que le puede pasar.

               



Por supuesto que esto no dura para siempre y llega el momento en que quieres mostrar tu identidad y autenticidad así que lo que menos quieres es vestirte igual que tus herman@s pero hablamos de ahorrar y no complicarse...entonces "puedes utilizar estos jeans,  ya no le quedan a tu hermana pero están buenos",  así de fácil te vuelves heredero de un montón de ropa, zapatos, juguetes, etcétera; hay que reconocer que algunas cosas no te desagradan pero otraas!! 

Y así prácticamente hasta la secundaria o preparatoria cuando no les queda de otra a tus padres y comienzan a armarte tu propio guardarropa.

                  


Como escribí al principio, al menos los dos primeros años de la primaria estuve acompañada de mis hermanas y casi otros dos en la preparatoria por una de ellas; de ahí que fuera innecesario buscar amistades,  incluso cuando ellas ya no estaban tenía a mi amiga y vecina de toda la vida (la conocí cuando teníamos como 4años) hasta terminar la secundaria. En esos dos grados de educación el apellido y la buena reputación de éste me precedían,  las responsables?  Mis hermanas y sus buenas calificaciones, carisma y buena conducta; incluso casi puedo asumir que la mas maldita maestra de toda la secundaria me tuviera cierto aprecio y confianza así casi de la nada y todo gracias a una de sus mejores alumnas con certeza,  mi hermana Emily; el mérito de conservar esa reputación es orgullosamente mío (no es por nada pero siempre fuimos buenas alumnas).

                 


Pero el hecho de que entre hermanos se hagan sombra también tiene sus desventajas,  yo por ejemplo toda mi infancia y adolescencia fui "la hermanita de Emily" "la hermanita de Lucy" "la hermana de Natali" era algo molesto a veces (porque digo, no en vano me pusieron dos nombres, aunque al menos no termine siendo "wey" y ahora me llaman por mi nombre je).

Si no tuviste un crush (o amor platónico) con alguno de los amigos/pretendientes/novios de tus herman@s fracasaste como la o el menor; pasar vergüenza cuando se referían a ti como "tu hermanita" y tu pensando en quien sabe qué cosas jeje.



                          

A veces los amigos de tus herman@s llegan a ser más tus amigos

También cuando eres la última tienden a querer protegerte y subestimar tus capacidades, tus habilidades, tu fortaleza... Algunas veces me excluían de asuntos que a mi parecer también eran de mi incumbencia pero siendo la más pequeña me tocaba no participar.

                    

Los hermanos mayores inclusive pueden llegar a ser muy crueles,  a la hora de compartir juguetes siempre me tocaba escoger al último, me tocaba la peor muñeca, la peor ropa, hacer mi "casa" en la sala cuando jugábamos a la casita (o como decíamos nosotras "a las amigas". Y cómo olvidar mi primer día en la prepa: llegué junto con una de mis hermanas y me abrió (y no sutilmente) me dijo "pues ya, ve a hacer amigos, busca tu salón o no sé" (!!!) ni siquiera un tour por la escuela o algo.... Jaja.  

                                

En fin,  la más grande ventaja sin duda es el camino que ellas o ellos van abriendo para ti,  van dejando mensajes positivos, notas de advertencia, señalamientos de precaución, y muchos muchos adornos con recuerdos del lazo que los une,  y lo mejor de todo es que lo van haciendo sin darse cuenta, o quizás sí,  quizá saben perfectamente lo que están haciendo,  quizás después de todo somos afortunados los más pequeños.

                                

@SoSonys

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