miércoles, 19 de agosto de 2015

El poder de la metáfora

Debo haber pecado de vanidad porque me había fijado una especie de techo, de nivel muy alto para empezar a publicar, y tenía suficiente sentido autocrítico como para leer lo que iba escribiendo y darme cuenta que estaba por debajo. ...

Julio Cortázar


Asi que, muy agradecida querido amigo., Empezaré por decir que al visitar por primera este Blog, me llamo la atencion tu etiqueta "el pajaro azul del dia"...???
y en lo primero que pensé fue en el cuento de Ruben Darío "El pajaro azul"., tambien pensé y hablando del cuento, que era algo mas asi, ... metaforico modernista.. crei que al igual que Darío querias explorar este tipo de experimentacion escribiendo en la etiqueta "el pajaro azul del dia" y adentrarnos de cierto modo a los mundos internos de los sentimientos y experiencias subjetivas envidenciando los polifaceticos mundos de los que escriben. Debo aclarar amigo mio que en verdad nunca paso por mi cabeza (loca) que se tratara del Twitter del dia" asi que como me quede con ganas de contarlo.
Se lo cuento a todos :


El pájaro azul
[Cuento. Texto completo.] Rubén Darío

París es teatro divertido y terrible. Entre los concurrentes al café Plombier, buenos y decididos muchachos -pintores, escultores, poetas- sí, ¡todos buscando el viejo laurel verde!, ninguno más querido que aquel pobre Garcín, triste casi siempre, buen bebedor de ajenjo, soñador que nunca se emborrachaba, y, como bohemio intachable, bravo improvisador.

En el cuartucho destartalado de nuestras alegres reuniones, guardaba el yeso de las paredes, entre los esbozos y rasgos de futuros Clays, versos, estrofas enteras escritas en la letra echada y gruesa de nuestro amado pájaro azul.
El pájaro azul era el pobre Garcín. ¿No sabéis por qué se llamaba así? Nosotros le bautizamos con ese nombre.
Ello no fue un simple capricho. Aquel excelente muchacho tenía el vino triste. Cuando le preguntábamos por qué cuando todos reíamos como insensatos o como chicuelos, él arrugaba el ceño y miraba fijamente el cielo raso, nos respondía sonriendo con cierta amargura...
-Camaradas: habéis de saber que tengo un pájaro azul en el cerebro, por consiguiente...

* * *
Sucedía también que gustaba de ir a las campiñas nuevas, al entrar la primavera. El aire del bosque hacía bien a sus pulmones, según nos decía el poeta.
De sus excursiones solía traer ramos de violetas y gruesos cuadernillos de madrigales, escritos al ruido de las hojas y bajo el ancho cielo sin nubes. Las violetas eran para Nini, su vecina, una muchacha fresca y rosada que tenía los ojos muy azules.
Los versos eran para nosotros. Nosotros los leíamos y los aplaudíamos. Todos teníamos una alabanza para Garcín. Era un ingenuo que debía brillar. El tiempo vendría. Oh, el pájaro azul volaría muy alto. ¡Bravo! ¡bien! ¡Eh, mozo, más ajenjo!

* * *
Principios de Garcín:
De las flores, las lindas campánulas.
Entre las piedras preciosas, el zafiro. De las inmensidades, el cielo y el amor: es decir, las pupilas de Nini.
Y repetía el poeta: Creo que siempre es preferible la neurosis a la imbecilidad.

* * *
A veces Garcín estaba más triste que de costumbre.
Andaba por los bulevares; veía pasar indiferente los lujosos carruajes, los elegantes, las hermosas mujeres. Frente al escaparate de un joyero sonreía; pero cuando pasaba cerca de un almacén de libros, se llegaba a las vidrieras, husmeaba, y al ver las lujosas ediciones, se declaraba decididamente envidioso, arrugaba la frente; para desahogarse volvía el rostro hacia el cielo y suspiraba. Corría al café en busca de nosotros, conmovido, exaltado, casi llorando, pedía un vaso de ajenjo y nos decía:
-Sí, dentro de la jaula de mi cerebro está preso un pájaro azul que quiere su libertad...

* * *
Hubo algunos que llegaron a creer en un descalabro de razón.
Un alienista a quien se le dio noticias de lo que pasaba, calificó el caso como una monomanía especial. Sus estudios patológicos no dejaban lugar a duda.
Decididamente, el desgraciado Garcín estaba loco.
Un día recibió de su padre, un viejo provinciano de Normandía, comerciante en trapos, una carta que decía lo siguiente, poco más o menos:
"Sé tus locuras en París. Mientras permanezcas de ese modo, no tendrás de mí un solo sou. Ven a llevar los libros de mi almacén, y cuando hayas quemado, gandul, tus manuscritos de tonterías, tendrás mi dinero."
Esta carta se leyó en el Café Plombier.
-¿Y te irás?
-¿No te irás?
-¿Aceptas?
-¿Desdeñas?
¡Bravo Garcín! Rompió la carta y soltando el trapo a la vena, improvisó unas cuantas estrofas, que acababan, si mal no recuerdo:
¡Sí, seré siempre un gandul,
lo cual aplaudo y celebro,
mientras sea mi cerebro
jaula del pájaro azul!

* * *
Desde entonces Garcín cambió de carácter. Se volvió charlador, se dio un baño de alegría, compró levita nueva, y comenzó un poema en tercetos titulados, pues es claro: El pájaro azul.
Cada noche se leía en nuestra tertulia algo nuevo de la obra. Aquello era excelente, sublime, disparatado.
Allí había un cielo muy hermoso, una campiña muy fresca, países brotados como por la magia del pincel de Corot, rostros de niños asomados entre flores; los ojos de Nini húmedos y grandes; y por añadidura, el buen Dios que envía volando, volando, sobre todo aquello, un pájaro azul que sin saber cómo ni cuándo anida dentro del cerebro del poeta, en donde queda aprisionado. Cuando el pájaro canta, se hacen versos alegres y rosados. Cuando el pájaro quiere volar abre las alas y se da contra las paredes del cráneo, se alzan los ojos al cielo, se arruga la frente y se bebe ajenjo con poca agua, fumando además, por remate, un cigarrillo de papel.
He ahí el poema.
Una noche llegó Garcín riendo mucho y, sin embargo, muy triste.

* * *
La bella vecina había sido conducida al cementerio.
-¡Una noticia! ¡una noticia! Canto último de mi poema. Nini ha muerto. Viene la primavera y Nini se va. Ahorro de violetas para la campiña. Ahora falta el epílogo del poema. Los editores no se dignan siquiera leer mis versos. Vosotros muy pronto tendréis que dispersaros. Ley del tiempo. El epílogo debe titularse así: "De cómo el pájaro azul alza el vuelo al cielo azul".

* * *
¡Plena primavera! Los árboles florecidos, las nubes rosadas en el alba y pálidas por la tarde; el aire suave que mueve las hojas y hace aletear las cintas de los sombreros de paja con especial ruido! Garcín no ha ido al campo.
Hele ahí, viene con traje nuevo, a nuestro amado Café Plombier, pálido, con una sonrisa triste.
-¡Amigos míos, un abrazo! Abrazadme todos, así, fuerte; decidme adiós con todo el corazón, con toda el alma... El pájaro azul vuela.
Y el pobre Garcín lloró, nos estrechó, nos apretó las manos con todas sus fuerzas y se fue.
Todos dijimos: Garcín, el hijo pródigo, busca a su padre, el viejo normando. Musas, adiós; adiós, gracias. ¡Nuestro poeta se decide a medir trapos! ¡Eh! ¡Una copa por Garcín!
Pálidos, asustados, entristecidos, al día siguiente, todos los parroquianos del Café Plombier que metíamos tanta bulla en aquel cuartucho destartalado, nos hallábamos en la habitación de Garcín. Él estaba en su lecho, sobre las sábanas ensangrentadas, con el cráneo roto de un balazo. Sobre la almohada había fragmentos de masa cerebral. ¡Qué horrible!
Cuando, repuestos de la primera impresión, pudimos llorar ante el cadáver de nuestro amigo, encontramos que tenía consigo el famoso poema. En la última página había escritas estas palabras: Hoy, en plena primavera, dejó abierta la puerta de la jaula al pobre pájaro azul.

* * *
¡Ay, Garcín, cuántos llevan en el cerebro tu misma enfermedad!
FIN



TODOS TENEMOS ALGO DE POESIA, ALGO DE LOCURA, TALVEZ TODOS TENGAMOS DE HUESPED EN NUESTROS CEREBROS UN PAJARO AZUL.. (EL LOCO CARECE DE JUICIO, EL ENAMORADO DE SESO.)

Me recordé una  de Tintan (El mariachi desconocido) "vístanse de luto nenas.." ja.... El pájaro  fue liberado, al volarse lo sesos fue la forma que Garcín eligió de dejarlo salir, podríamos pensar que vivía en "mundo desorbitado", que solo deseaba emanciparse y dejar libre a su pájaro azul;  se apago el inmenso azul de las pupilas de Nini, el resentimiento de saberse incomprendido,  podríamos imaginar como lo veían los demás? te haz sentido así? Atormentado por tus pensamientos y sentimientos, por tu individualidad que aveces espanta.

Podría apuntar a la gracia del ser libre hablando del pájaro, y que hay de él? del vació y a la vez tan orgulloso de su mente, del revolotear del ave dentro de su cráneo y que le hacia fruncir el ceño, imagino la sensación exquisita no solo del ave si no del poeta al liberarla., y si hablamos del autor..? Acaso nos invita a conocer su personalidad monomaniaca?

Los cuentos cortos pueden ser los mas largos, hay un mundo de imaginación y fantasía maravillosa que podrías visitar tan solo leyendo un par de palabras, la importancia de llevarnos por lugares de imposible acceso es lo que me lleva a buscar de entre las lineas del autor., el amor, el sentimiento, los pensamientos e incluso sus miedos, identificar como podemos aplicar la metáfora en nosotros, que pájaro azul vive en ti? como lo alimentas, con que lo atormentas? Hubo quien califico de macabro al autor, no solo por este cuento, por muchas de sus obras.. pero.. que nos deja a nosotros? Creo que siempre es preferible la neurosis a la imbecilidad. "La mente es igual a un paracaídas, solo funciona si se abre"

“Ay, Garcín, cuántos llevan en el cerebro tu misma enfermedad”.

"como todo ente alado el pájaro se reconoce como símbolo
de elevación espiritualidad y libertad, el color azul por su parte,
se asocia con el cielo y por ende vivencias psíquicas y espirituales
además personifica el vacío."

Y si de pajaros azules hablamos recomendamos el siguiente libro el cual lleva la misma linea.
El azulejo
(Charles Bukowski)

@yunizethlanda


No hay comentarios.:

Publicar un comentario